Páginas

miércoles, 22 de junio de 2011

Los avances del bebé

     Desde que el bebé nace estamos pendientes de sus continuos avances. Cada cierto tiempo vemos como gestos o acciones insignificantes para nosotros, para el niñ@ puede ser un enorme avance en su desarrollo psicomotriz. Como diría aquel, "Un pequeño paso para el hombre pero un gran paso para el bebé".

     A día de hoy nuestro hijo tiene 10 meses y 10 días, y es realmente espectacular como cuando uno echa la vista atrás, y rememora las fotos como si fuera la primera vez que las vemos (por más que las ojeemos una y otra vez), nos damos cuenta de lo mucho que ha avanzado nuestro enano. En el inicio ya es un verdadero placer que con un simple pero fuerte apretujón de tu dedo con su mano se crea un vínculo difícil de describir. Aunque es algo instintivo, como el buscar con su boca la comida, no deja de resultar sorprendente.

     Lo siguiente es ver como poco a poco va intentando aguantar el peso de su cabecita. El como cuando al salir del baño y se le está vistiendo, estando boca abajo, hace el esfuerzo supremo de levantar la cabeza pero no puede. Es como si dentro tuviera un imán que le impidiese levantarla del cambiador. Con los días y semanas, poco a poco lo va consiguiendo, hasta que finalmente es una acción de lo más cotidiana.

    El siguiente paso es el de intentar darse la vuelta y el de, estando boca arriba, cogerle de las manitas e intentar que se incorpore y quede sentado. Para ambos casos tiene sus técnicas de estimulación y aprendizaje, pero al final, cuando pasan los meses y el niñ@ no para quieto ni 10 segundos para poder vestirle o cambiarle el pañal, te arrepientes de haberlo sobreestimulado tanto para conseguir tales objetivos :D. Por regla general, ahora mismo resulta toda una odisea poder cambiarle un pañal sin que pare quito, los chorreones de sudor caen gracias también a los calores de esta época del año, y entonces es cuando te acuerdas de lo mono que estaba tu hijo pudiendo cambiarle sin problemas, girándolo e incorporándolo con tu ayuda, y pudiendo vestirlo sin problemas. Todo un lujo!!

    Una vez que ya se gira y se sienta sin problemas, manteniéndose él solito, viene lo de el desplazamiento. Hay cien mil formas de gateo, así que no te asustes si tu hij@ es como el mío y no gatea de la forma tradicional de culo levantado, manos y rodillas en el suelo y a echar a recorrer metros. Mi caso es al que nosotros llamamos "Marine de los Estados Unidos", porque parece que va reptando por debajo de las alambradas, todo tumbado, impulsándose con los antebrazos y girando la cadera al son de izquierda-derecha cual bailongo salsero/bachatero y poder luego impulsarse con toda la pierna XD.

     Pero no queda ahí la cosa. Luego está el gracioso andar y sus primeros pasitos. Jojo-jiji, todo es muy bonito y gracioso... al principio. Ahora mismo están llegando las jorobas temporales de estar agachando los brazos y poder llevar de la mano al enano, y es un autentico terror dejar cosas "de valor" a su alcance XD. Murphy seguro que tiene una ley a nivel infantil, y si no la tiene debería ser algo así como... "Ya puedes tener los juguetes que quieras alrededor de un niño, que como haya un mando, móvil, teclado, ratón u objeto no parecido a un juguete, el niño siempre irá a coger el que no es un juguete". Con todo esto, decir que nuestro hijo ya consigue desplazarse donde desea, con nuestra ayuda o sin ella, pero llega donde quiere. O al menos hasta donde le dejamos, porque una vez en el destino, otra cosa es que papi y mami le dejen hacer y deshacer lo que quiera :D Ese será me temo el siguiente paso, el del pulso entre padres e hijo por ver quien cede a sus pretensiones. Después vendrán las primeras palabras, las primeras comidas solo, etc, etc, etc. Pero por el momento me quedo en el nivel de los andares. Ya os contaré que tal irá el resto de avances ;)

jueves, 9 de junio de 2011

Inconvenientes de romper con la rutina

     Ayer sufrí en mis propias carnes el típico suceso que cuando pasan los días lo recuerdas y sueltas unas risas, pero que en el momento de ocurrir dices y maldices hasta más no poder. Es curioso como cuando nos rompen unos hábitos, la rutina de todos los días, se trastocan los planes y se te olvidan las llaves en la puerta, se te olvida cerrar el coche, etc. Este caso fue realmente curioso. Relato....

     Titulo universitario en una mano para dejar una copia en el curro, llaves del coche en la otra, Carlitos en brazos a la derecha y su mochila en la izquierda. Vamos camino del coche para dejarlo en la guardería y luego para el curro, como todos los días. Abro el coche, no puedo meter a Carlos en el maxicosi, me faltan manos. Pongo el título en el techo del coche (ya podría ser el titulito un DIN-A4). Meto al enano. Se resiste como siempre a sentarse. Le doy el mando de abrir el garaje. Se me relaja y se sienta mirando con deseo el "juguete". Ya sentado le pongo su cinturón de seguridad, le quito como un mago el mando y le paso otro juguete. Le pongo más a su alcance otros cacharros para jugar... o tirar a los lados, como siempre hace. Le hago un par de tonterías y se me ríe. Contento yo, me dirijo al asiento del conductor. Arranco. Suena la radio. Tiro marcha atrás y salgo del garaje. Dejo al enano en la guardería, previo olvido de su mochila en el coche y vuelta a entrar para dejársela allí. Tiro ya para el trabajo. Aparco en el parking y me dirijo a salir. ¡¡Se me olvidaba!! Vuelvo al coche a por el título universitario. "¿El título? ¿EL TÍTULOOOOO?? - manos a la cabeza - LA OSTIA PUTAAAAAAAAAA!! QUE ME DEJÉ EL TÍTULO EN EL TECHO DEL COCHE!!!!". Gracias a Dios tengo el teléfono de la que fue voval inicial del bloque. Le mando un SMS y luego hablo con ella. Me hace el favor de bajar al garaje a buscar el título. Localizo también a mi otro ángel de la guarda que vive cerca mía y es compañero de trabajo. Menos mal que aun no había salido para el curro. También se acerca a ver si localiza el objeto del deseo. Hubo suerte y la vecina lo encontró. También da con mi compañero de trabajo y se lo da para traérmelo al curro. Al final título pisoteado y manchado, pero por suerte encontrado. Afortunadamente estaba metido en un sobre gigante. Visto lo visto, he hecho unas pocas de copias. Casi que puedo enmarcarlo y todo sin temor a volver a usarlo :D

     ¿Conclusión? Un día de estos dejo la mochila en la guardería y me dejo al niño en casa!!