
Y todo esto bien a relación de lo duro que son los primeros meses en el vivir y convivir del nuevo “invitado” de la casa, la cantidad de trabajo y esfuerzo que supone adaptarse a los nuevos hábitos. Eso del típico comentario de unos padres a los amiguetes que aun no lo son “¡¡Ya os enteraréis cuando lo tengáis!!” es cierto en parte porque realmente toda palabra que se diga o todo comentario que se haga, realmente no puede alcanzar a explicar la labor realizada en esos primeros meses hasta que el niño se estabiliza y duerme por las noches. Está claro que cada niño es un mundo, y lo mismo tú que estás leyendo esto y has pasado ya por esto, has tenido la suerte de que tu bebé durmió como un lirón desde el primer momento. Te felicito y te envidio, como muchos otros padres :D Es curioso como lo que es pasar de 2 a 3 horas de sueño y se convierten en 4 o 5, tu cuerpo te lo agradece como si hubieras dormido durante 12 horas. Ese cambio poco a poco de tu hij@, mejorando en las noches enriquece tanto que de la satisfacción parece como si descansases el doble.

Una vez estabilizado el sueño después de su cena, es como haber conseguido el primer objetivo con tu hij@. Parece que empieza una nueva etapa en la que ya vuelves a vivir otra vez, al menos por las noches. Has pasado de 24h para el niño a 13h. En nuestro caso hemos tenido una suerte tremenda. Desde los 4-5 meses duerme solo en su habitación, ya con 6 meses se bañaba y cenaba, y él solito a la cama y se duerme solo. Todo un lujo. Ahora mismo a las 20:00 está metido en la cama, y los papis con unas largas decenas de minutos para disfrutar de una tranquila cena y poder relajarse sin estar pendiente de si el niño llora, juega, se le hace reír, se le cambia, se le da de comer... todo eso, aunque laborioso, es fantástico, pero también es necesario descansar, no?? ;)
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